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Directrices de la OMS sobre el tratamiento farmacológico del dolor persistente en niños con enfermedades médicas [Internet]. Geneva: World Health Organization; 2012.

Cover of Directrices de la OMS sobre el tratamiento farmacológico del dolor persistente en niños con enfermedades médicas

Directrices de la OMS sobre el tratamiento farmacológico del dolor persistente en niños con enfermedades médicas [Internet].

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INTRODUCCIÓN

El objetivo general de estas directrices es proporcionar recomendaciones basadas en evidencias acerca del tratamiento del dolor, tanto con analgésicos opioides como con analgésicos no opioides y medicamentos adyuvantes, con el fin de mejorar el tratamiento del dolor en niños, es decir, recién nacidos, lactantes y niños de hasta 10 años, con dolor persistente relacionado con enfermedades médicas. Asimismo, pueden aplicarse a adolescentes, dado que la mayoría de las evidencias encontradas y evaluadas proceden de estudios realizados en poblaciones que incluyen a pacientes de 0 a 18 años.

Las directrices tratan específicamente del tratamiento farmacológico del dolor persistente en niños con enfermedades médicas, entendiéndose por «dolor persistente» todo dolor de larga duración, y por «enfermedades médicas» situaciones específicas en las que hay un daño tisular continuo que hace que el tratamiento farmacológico esté claramente indicado.

Los tipos de dolor incluidos son el dolor nociceptivo debido a la inflamación o a lesiones tisulares y el dolor neuropático por compresión o destrucción nerviosa ocasionada por enfermedades. Las afecciones tomadas en consideración son, entre otras, el dolor persistente causado por el cáncer y el tratamiento del cáncer, infecciones importantes (por ejemplo, el VIH/sida), la artritis y otras enfermedades reumáticas, la drepanocitosis, los traumatismos, las quemaduras , el dolor neuropático persistente tras la amputación, etc.

De estas directrices se excluyen el dolor por traumatismos agudos y el dolor perioperatorio o relacionado con otros procedimientos. Tampoco se aborda el dolor crónico complejo sin signos de destrucción tisular, como la fibromialgia, las cefaleas o el dolor abdominal recurrente, dado que el tratamiento de estas afecciones requiere un enfoque multimodal en el que se utilizan ampliamente tanto el tratamiento farmacológico como técnicas no farmacológicas. Las intervenciones no farmacológicas, como el tratamiento cognitivo-conductual, otras técnicas psicológicas o las intervenciones físicas son importantes, generalmente efectivas y forman parte de un plan terapéutico integrado del dolor. No obstante, el examen de estas técnicas y las recomendaciones al respecto se encuentran fuera del ámbito de las presentes directrices.

Además, los tratamientos específicos de algunas enfermedades, como el cáncer o la drepanocitosis, son un componente esencial de la atención, pero también se encuentran fuera del ámbito de las presentes directrices.

Los destinatarios de las presentes directrices son los profesionales sanitarios en su sentido más amplio, es decir, desde los médicos clínicos, los clínicos de nivel medio, los enfermeros y los farmacéuticos hasta el personal que cuida de los niños. Asimismo, se destinan a los planificadores de políticas y a los gestores de la salud pública y de programas, que aunque no están directamente involucrados en la atención a los niños, desempeñan una función esencial para que el tratamiento rápido, eficaz y seguro del dolor esté disponible en los diversos niveles del sistema de salud. Los planificadores de políticas y los organismos de reglamentación son esenciales para facilitar el acceso legal a los analgésicos opioides para el tratamiento del dolor y garantizar su uso adecuado.

Estas directrices también constituyen la base para otras publicaciones de la OMS relacionadas con el tratamiento del dolor moderado a intenso en niños y destinadas a públicos más específicos, tales como los profesionales de los cuidados paliativos, los farmacéuticos o los planificadores de políticas y los directores de hospitales. Dichas publicaciones pueden consistir en tarjetas con tablas posológicas o pósteres dirigidos a los pacientes y sus cuidadores. Además, las recomendaciones de estas directrices se utilizarán para actualizar otros documentos de la OMS relacionados con orientaciones sobre la salud del niño.

Lo ideal sería proceder a la actualización de estas directrices en un plazo de cuatro a cinco años. No obstante, teniendo en cuenta los recursos considerables que se han invertido en la elaboración de las presentes directrices y la escasez de estudios sobre el dolor persistente en la población pediátrica, no será posible realizar una actualización importante si no se actúa sobre el programa de investigación anexo a las presentes directrices.

El proceso de elaboración de estas directrices se describe en la sección A2.1 del anexo 2, y le siguen los fundamentos de todas las recomendaciones clínicas. Los fundamentos de las recomendaciones sobre las políticas sanitarias figuran en el anexo 3. En esencia, la fuerza de las recomendaciones se divide en dos niveles (“fuertes” o “débiles”), que deben ser interpretados por los pacientes, los clínicos y los planificadores de políticas tal como se explica en el recuadro 0.2.

Recuadro 0.1Definición de la calidad de las evidencias según el sistema GRADE

  • Alta: es improbable que nuevas investigaciones modifiquen la confianza en las estimaciones del efecto.
  • Moderada: es probable que nuevas investigaciones tengan un impacto importante en la confianza en las estimaciones del efecto y puedan cambiarlas.
  • Baja: es muy probable que nuevas investigaciones tengan un impacto importante en la confianza en las estimaciones del efecto y puedan cambiarlas.
  • Muy baja: hay una gran incertidumbre sobre todas las estimaciones del efecto.

Recuadro 0.2Interpretación de las recomendaciones fuertes y débiles

Las recomendaciones fuertes pueden interpretarse del modo siguiente:

  • pacientes: la mayoría de ellos desearían la medida recomendada, y solo una pequeña proporción no la querría;
  • clínicos: la mayoría de los pacientes recibirían la medida recomendada, y la observancia de esa recomendación es una medida de la buena calidad de la atención;
  • planificadores de políticas: la recomendación se puede adoptar como política en la mayoría de las situaciones y debería utilizarse sin duda en la formulación de políticas.

Las recomendaciones débiles pueden interpretarse del modo siguiente:

  • pacientes: la mayoría de los pacientes en esta situación desearían la medida recomendada, pero muchos no la querrían;
  • clínicos: ayudarían a los pacientes a tomar una decisión acorde con sus propios valores;
  • planificadores de políticas: es necesario un debate considerable y la implicación de las partes interesadas.

Los perfiles farmacológicos de los medicamentos recomendados como de primera elección se extrajeron del Formulario modelo OMS de medicamentos de uso pediátrico (1) y se adaptaron para el uso en niños con dolor persistente debido a enfermedades médicas. Los perfiles farmacológicos de los analgésicos opioides destinados al cambio de opioides en condiciones de seguridad se compilaron con los métodos utilizados en dicho Formulario.

Las recomendaciones formuladas con respecto a las cuestiones relacionadas con los sistemas de salud se basan en la experiencia publicada y no publicada acerca del tratamiento del dolor en los sistemas de salud, así como en la prestación y la calidad de la atención dispensada a otras afecciones médicas (Capítulo 4, Mejora del acceso al alivio del dolor en los sistemas de salud y Anexo 3, Fundamentos de las recomendaciones para el sistema de salud). Estas recomendaciones se basan en la opinión de los expertos del GED.

Antes de describir el tratamiento farmacológico del dolor en el capítulo 3, se presenta una introducción a los tipos de dolor y a su importancia para el tratamiento (capítulo 1) y una introducción a la evaluación del dolor en los niños (capítulo 2). Una buena evaluación del dolor es esencial para su tratamiento adecuado.

Los potenciales conflictos de intereses y su gestión se mencionan en el Anexo 7, Lista de colaboradores en la presente publicación.

© Organización Mundial de la Salud, 2012.

Se reservan todos los derechos. Las publicaciones de la Organización Mundial de la Salud están disponibles en el sitio web de la OMS (www.who.int) o pueden comprarse a Ediciones de la OMS, Organización Mundial de la Salud, 20 Avenue Appia, 1211 Ginebra 27, Suiza (tel.: +41 22 791 3264; fax: +41 22 791 4857; correo electrónico: tni.ohw@sredrokoob). Las solicitudes de autorización para reproducir o traducir las publicaciones de la OMS - ya sea para la venta o para la distribución sin fines comerciales - deben dirigirse a Ediciones de la OMS a través del sitio web de la OMS (http://www.who.int/about/licensing/copyright_form/en/index.html).

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